Existen muchos mitos acerca de tomarte cierto tiempo antes de comenzar tus estudios universitarios y aquí los vamos a aclarar todos.
En casi todos los hogares existen frases o palabras prohibidas, y en muchas de las casas de México no hay nada más temido por los padres que escuchar a su hijo decir:
“Mamá, lo he estado meditando y quiero tomarme un año sabático” Largas charlas, incertidumbre y hasta algunos gritos puede generar el expresar en voz alta dicha frase.
Lo primero que debes saber es lo siguiente: tomar un año sabático no tiene nada de malo.
EL MITO DEL AÑO SABÁTICO
En nuestro país existe mucho recelo a que un estudiante se tome un año entre preparatoria y universidad para definir cuáles son sus siguientes planes o incluso definir cuál es la carrera a la que quiere ingresar. Y es que, ¡afrontémoslo!
En México no contamos con una orientación vocacional adecuada que ayude a los estudiantes a descubrir su verdadera vocación, lo que puede generar incertidumbre al momento de terminar la preparatoria. Hay muchos motivos por los cuáles alguien quiere tomarse «un año libre”, las razones van desde:
- · No estar seguros acerca de su elección de carrera o universidad
- · Querer vivir y experimentar nuevas experiencias como viajar o trabajar
- · Iniciar a trabajar antes de entrar a la universidad
Entre muchas más. A diferencia de México, Harvard suele alentar a sus aspirantes a tomarse cierto tiempo antes de comenzar a estudiar su carrera profesional. Invita a los jóvenes a viajar, realizar actividades que aman y reflexionar sobre su futuro.
Alguien que reflexiona y medita sobre sus siguientes pasos está mucho más preparado para sus siguientes retos.
5 COSAS QUE NO SABÍAS DE TOMARTE UN AÑO SABÁTICO
1.- La palabra “sabático” proviene del término judío Sabbath. Quienes profesan dicha religión destinan un día a la semana, el sábado, a descansar y reflexionar. Los cristianos poseen un día similar para la “reflexión” y es el domingo.
2.- Hay pocos momentos en nuestra vida en que nos podemos tomar un momento para nosotros mismos y aprender cosas nuevas, usualmente el periodo de transición entre bachillerato y universidad suele ser el más indicado para sacarle el mayor provecho.
Por ejemplo, María Carla Chicuen, autora del libro: Achieve The College Dream. You don’t need to be rich to attend a top school, afirma que tomarte un año como break entre tus estudios puede dar un poco de temor pero puede convertirse en una experiencia muy enriquecedora.
3.- También existen opiniones encontradas. Hay autores que afirman que al momento de tomarte un año libre, puedes generar una desadaptación académica, pues es probable que pierdas disciplina, hábitos y ritmos de estudio.
De hecho, Inés Lozano, directora del colegio privado Metropolitan Internacional School of Miami considera que generalmente esta experiencia puede ser innecesaria y contraproducente.
4.- En varios países el año sabático es muy común, pero no se le considera de “descanso”, más bien es una pausa entre sus estudios, por eso se le conoce como Gap Year.
Durante este periodo suelen aprender otro idioma o regularizarse en las materias en las que consideran que deben mejorar su nivel.
5.- En México hay un gran número de rechazados de las universidades públicas. El año pasado se registraron a más de 420 mil aspirantes que no lograron conseguir un lugar.
Por lo tanto, sabemos que la preocupación de no quedar puede llegar a ser muy grande. Sin embargo, puedes aprovechar ese tiempo para ti y para prepararte muy bien para presentar de nuevo el examen. Recuerda que tomarte un año sabático no es nada del otro mundo, y puede llegar a ayudarte mucho a tomar una mejor decisión de carrera.
Esperamos que este artículo te haya ayudado mucho a despejar varios de los mitos que existen alrededor del año sabático. ¿Tienes alguna duda? Contáctanos en la sección inferior de comentarios y con gusto te ayudaremos 🙂.
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